Zime:
No puedes culpar a nadie de tu ruina
pero cuando el mal hierve la justicia se calcina.
Di un concierto gratis y di gratis mi maqueta,
tú viniste de colega y me robaste la chaqueta.
Dos días después de aquello se murió mi abuelo,
si puedo sacar lo bueno y encontrar consuelo
es porqué él me enseñó a ser persona y pasar de bulla,
hoy llora mi familia, mañana quizás la tuya.
¿Fama diplomática? Ya la tengo ganada.
Haceos el longui, "No sé quién es, yo no vi nada"
Hoy mi rabia a flor de piel por poco se desboca
y por respeto a mi abuelo, chico, no te parto la boca.
No puedes culpar a nadie pero cuesta,
Noche vieja y voy a salir con mi luto de fiesta.
Minuto de silencio y reflexión como deber:
El año que moriste abuelo, volví a nacer.
Salí de ese pozo en el que tú también caíste
y de ese mismo pozo del que dicen no saliste.
Quiero ser la gota de un rocío inadvertido,
la lágrima de un despertar herido, pero vivo.
Espero tú hayas despertado a salvo de tu muerte.
Por ti seré un fuerte infranqueable pero siempre
dejaré esa puerta abierta y así se ventilen
los momentos vanos que a menudo nos impiden.
Quiero ser la brisa tibia en la que no se fijan,
perdí la cabeza y hoy no encuentro quién la rija.
Retomé el control, el amor va sin sortija,
nadie pudo devolverte el calor de tu hija.
Hoy quiero pensar que estás con ella, es mi pronóstico.
Siempre he sido ateo y hoy deseo ser agnóstico.
Quiero escupir a Dios en la cara por tu paciencia,
por castigar tu vejez con su maldad y con demencia.
Y cuando suba yo porqué mi tiempo haya vencido,
sentada mi cabeza y con el corazón sentido,
reconciliarme sin rencor y decirle al oído
que estuve complacido pues de haberte conocido.
Si al cielo no me dejan entrar pues no me hieren.
Me dicen: "Si no tienes frío entonces ¿Por qué tiemblas?"
No necesito abrigo amigo si me quieren:
Mi abuelo está en el cielo, el corazón en las tinieblas.
Nora:
Sé que te fuiste, pero no sé porqué
Sé que te fuiste, pero no sé
Zime:
Nunca he visto a Dios y ni siquiera en ese templo
si existe cuéntale que seguimos tu ejemplo:
Nora:
Sé que te fuiste, pero no sé porqué
Sé que te fuiste, pero no sé
Zime:
Estés donde estés, conocerte ha sido un gusto
y te recordaremos como un ser honrado y justo.
Te recordaremos pase un año, pase un lustro.
Te recordaremos como un ser honrado y justo.
Te recordaremos siempre amable, con el lastre
y con la pena y alegría, la fortuna y el desastre.
Te recordaremos como esposo, como hermano,
como padre, como abuelo, como amigo más cercano.
Recordaremos tu fidelidad incondicional
que siempre fue comprometida y no superficial.
Tu apoyo imparcial, si no hay mal que por bien no venga
porqué pese a que el corazón hoy se declare en huelga,
el campo arado que cultivaste toda tu vida
nos deja un buen legado y está la familia unida.
Y hay que recordar que así debe estar en la subida,
en la bajada, las vueltas, las idas y venidas.
Quedan tempestades antes de acabar partida,
queda gente que marchar y gente bienvenida.
Entonces me pregunto en mi lugar qué hubieras hecho...
Pues ir para adelante como siempre y sacar pecho.
Si escuchas mi canción que sepas que jamás me rindo,
que así yo te recuerdo y por tu recuerdo brindo.
Por levantar una familia con buenas acciones junto a la abuela,
por tu respeto si objeciones,
por tus opiniones, tus silencios y las sensaciones
de trabajar la vida entera sin vacaciones.
Por tu punto práctico, esfuerzo titánico,
tus manos de plata y tu carisma emblemático,
todos tus errores, todos tus aciertos
sé que vives en nosotros aunque hayas muerto.
Y cruzaré la plaza y te veré detrás del mostrador
sencillo y trabajador, estabas hecho un señor.
Y a mis nietos contaré que conocerte fue un orgullo
y que espero que ese orgullo algún día sea suyo.
Nora:
Sé que te fuiste, pero no sé porqué
Sé que te fuiste, pero no sé
Zime:
Nunca he visto a Dios y ni siquiera en ese templo
si existe cuéntale que seguimos tu ejemplo:
Nora:
Sé que te fuiste, pero no sé porqué
Sé que te fuiste, pero no sé
Zime:
Estés donde estés, conocerte ha sido un gusto
y te recordaremos como un ser honrado y justo.
Abuelo, te recordamos con afecto,
con el corazón y el sentimiento.
Por tus virtudes y tus defectos, en efecto,
pero sobretodo como un ejemplo siempre.
Por tu legado, por tus acciones,
amabas de verdad sin condiciones.
Que sepas que te echaré en falta,
amor y respeto, hasta siempre, D.E.P.